La cara, la gran ignorada del cuidado muscular.
Posted by Olivo | On Jan16,2021
¿Sabías que aproximadamente cuarenta músculos intervienen en las expresiones faciales y hasta hace unos años hay conciencia de la necesidad de trabajar estos músculos faciales?
Por años hemos estado inmersos entrenando el cuerpo para cobrar fuerza, tonificar y mantenerlos activos, y quizás hemos creído erróneamente que la musculatura del rostro está muy ejercitada ya que nos pasamos la vida gesticulando, además hemos creído también que entre más “caras” hacemos, más arrugas vamos a tener, entonces ¿por qué seguirlos activando?
Pues bien, para empezar es importante tener breves nociones de la anatomía facial, pues entre más sepamos sobre la musculatura del rostro y del por qué se crean las arrugas y los surcos faciales, mejor podremos trabajarlos y obtener resultados visibles y duraderos.
Incluso, conocer que la musculatura facial está hecha para realizar movimientos rápidos y precisos, a diferencia de los corporales cuya función importante es soportar cargas.
Inicialmente, los músculos faciales están compuestos por fibras musculares, que básicamente son las células de los músculos, tienen un origen normalmente unido al hueso o una zona tendinosa y tienen una inserción que es la unión a una parte más móvil. Los músculos faciales, a diferencia de los músculos del resto del cuerpo, se insertan en la piel y producen el movimiento por tracción provocando así las expresiones faciales.
Por otro lado, los ligamentos ayudan a resistir la acción negativa de la fuerza de gravedad (como el descolgamiento) y también retienen la grasa, de forma que si se debilita desplazará el tejido graso y generará pérdida de volumen.
Entre algunos otros, tenemos una membrana fibromuscular que cubre todos los músculos faciales, se extiende desde el cuello hasta el cuero cabelludo por debajo de la grasa, recubriendo toda la cara y la cabeza, y la interacción de este sistema es unos de los principales motivos por los que el entrenamiento facial logra tener resultados favorables (lifting).
Conociendo lo más básico de nuestra musculatura facial, podemos entender que el envejecimiento del rostro no solo son las canas y las arrugas, aunque sea lo que más vemos. Por el contrario, entendemos entonces que el proceso de envejecimiento se inicia en niveles más profundos, pues envejecemos por dentro de forma lenta y silenciosa.
Así que el entrenamiento facial o Yoga Facial entra en el top de los mejores hábitos saludables que nos permite prevenir y ralentizar el envejecimiento, pues el objetivo no es ganar fuerza, sino elongación y plena funcionalidad para que en reposo no tiren la piel, sino que una vez finalizado el gesto, permitan a la piel recuperar su posición inicial alisando las líneas de expresión del rostro.

De tal manera, que podremos ver entre los beneficios del entrenamiento facial, la disminución del efecto negativo de la gravedad, ganar volumen, elasticidad y recuperar la máxima funcionalidad. También ayuda a incrementar el flujo sanguíneo consiguiendo oxigenación y nutrición de la piel, mejorar su aspecto y luminosidad. Esto es realmente lo que tod@s queremos, así que te invitamos a que te documentes sobre los métodos de entrenamiento de musculatura facial que existen actualmente.
¿Han escuchado de Junko Ueno? Bueno, pues no sé qué pasa con el continente Asiático pero tenemos mucho que aprenderle. No salimos de la gurú del orden Marie Kondo, y ahora tenemos la gurú del Yoga Facial Junko Ueno, tiene 70 años y parece de 50, ha desarrollado la técnica up, revísala.
Por otro lado, tenemos a Ara Rosón, una española que ha desarrollado diferentes ejercicios efectivos, podrás encontrar su libro titulado “Yoga Facial con Ara Rosón, Belleza más allá de tu piel”, recomendado también.
Pues bien, este tema podría ser bastante extenso, pero solo quería darte un abrebocas sobre el Yoga Facial. Prometemos ahondar y recomendar algunos ejercicios en los próximos artículos. No olvides dejar un comentario y si encuentras algún método interesante con buenos resultados no dudes en compartirlo por acá.
